“Non quería defraudar a un público en concreto: á xeración que estivo alí”, explica el autor del mural, Yoseba Mp, que cuenta que el proceso de creación fue largo y complicado. Las fotos eran escasas y ampliarlas supuso un problema. “Este non foi do que te enamoraches”, le dijeron a su madre durante la presentación del sábado, y por ello la remodelación de dos rostros que no pueden caer en el olvido. “Naquela época non estaba coa miña nai, aínda non se coñecían e non tiñan fotos”, explica, lo que supuso “un sufrimento” pero, “hoxe, cando o volvín pintar, disfruteino”. Continúa con los últimos trazos, a los que añadirá detalles más que especiales para él y el pueblo, que será participe en la obra.
Escuchó a los ponteses que le dijeron “ahí faltan cascos, apoyándoles” y dio espacio a los obreros que protestaron desde tierra, lo que supuso un reto para él, puesto que este “non é o meu estilo”. Ayer mismo, en los colegios, estuvo con los más pequeños, quienes le dejaron ver sus bocetos “e vounos incluír no mural”, asegura contundente.
Una imagen vale más que mil palabras, eso está claro, y en esta se refleja una lucha en la que “xa de aquela” se exigian cuestiones como “axudas económicas para os traballadores con fillos en idade escolar, grazas as que moitos nenos do pobo puideron estudar”.
Queda trabajo por hacer, Yoseba es consciente. Sin embargo, por ahora, ya ha retratado la historia, lo que ha supuesto “un regalo”.