Estábamos tan absortos con lo de la reforma de la reforma laboral que no nos estábamos fijando que en el Gobierno siguen a la greña. El caso es que una vez que tenemos solucionado ese punto y ya se pactó con los sindicatos la subida del salario mínimo interprofesional, llega el momento de que podemitas y socialistas se vuelvan a tirar los trastos a la cabeza, para gusto de sus respectivas bancadas y bochorno de la mayoría de los ciudadanos. El nuevo punto de encontronazo es la reforma fiscal con la que la ministra de Hacienda nos pretende freír un poco más a impuestos y que, para Podemos todavía no es suficiente. Tanto es así que ha presentado una moción en el Congreso para que el PSOE se tenga que retratar. Es de suponer que los podemitas quieren demostrar que ellos son los más progres, pero el caso es que Montero, que es de esas que no tiene pelos en la lengua, ha arremetido con vehemencia contra sus socios y, por su parte, Belarra, que tampoco es de las que se calla, pues le ha contestado. Y lo importante es que, a estas alturas, ya sabemos que tenemos una subida impositiva a puertas.