un aplauso por favor para aquellos profesionales de cualquier sector que en fechas tan señaladas como las presentes hacen algo más que solidarizarse y se pasan a la acción aportando su granito de arena. Eso es un avance, uno, pero en humanidad. Se llenó ayer el centro de la ciudad con varios taxis de la compañía Radio Taxi con los mayores de la residencia Padre Rubinos, a los que trasladaron totalmente gratis por diversos puntos de la urbe para que contemplaran las luces navideñas. Estampas tan bellas en las que los profesionales coruñeses del taxi ayudan a bajar y a subir de su vehículo a sus pasajeros e incluso les ofrecen su brazo para pasar bajo la bola iluminada y el árbol gigante. Y la verdad es que es tan fácil hacer cosas sencillas que, quizás por eso mismo, son más llamativas. Por eso merecen todo tipo de elogios muchos colectivos profesionales, tanto públicos como privados, que se vuelcan en actividades encaminadas a favorecer a las personas más vulnerables en fechas tan entrañables como las que encienden las luces de Navidad.