El temporal en el que andamos enredados provocó que el operador ferroviario —el trato que le brinda a la conexión entre Ferrol y A Coruña no merece ni que se le nombre— suspendiese el servicio por precaución. De no ser por la nota de prensa nadie se hubiese enterado. Tan deplorable que es la última opción para viajar. El tren ártabro es para gente sin prisa. Para los que tienen mucho tiempo que perder. Deberían plantearse reconvertirlo en uno de esos paquetes turísticos. Degustación de melindres en Pontedeume; cebollas en Miño; tortilla en Betanzos—Infesta, aprovechando el cambio de sentido... Echémosle humor.