esta especie de empate técnico obtenido por socialistas y populares en las urnas, está creando un problema al que se debería de buscar una salida que no pase por ver convertido a Sánchez en rehén de los independentistas ni a Feijóo en rehén de un partido neofranquista como es VOX. Pero insisto, que Pedro Sánchez sea presidente deshaciendo la Constitución es algo que difícilmente se le podrá perdonar. Los partidos independentistas están planteando una modificación de la Constitución que dé paso al desmembramiento del Estado y les permita conseguir, por la puerta de atrás, una independencia de la que no tienen la única palabra puesto que en este viejo país que es España todos los ciudadanos tenemos derecho a opinar. Así que tanto Sánchez como Feijóo deben algo a los españoles: una solución que acaso pase por una segunda vuelta, una repetición de las elecciones en que se produzca el desempate que permita gobernar al uno o al otro.