Imaginamos que ya sabrán —por El Ideal Gallego, como no podía ser de otra manera— que esta semana que acaba veinte personas recibieron en el palacio de María Pita distintas condecoraciones para reconocer los méritos alcanzados en el ejercicio de sus profesiones, tanto de manera colectiva como individual. También se premiaron actos de auxilio y protección ciudadana. La mayoría de los premiados eran profesionales de las fuerzas armadas o de las fuerzas del orden, pero también había civiles de esos que no dudan en arriesgar sus vidas para salvar las de otros. No es que los civiles tengan más mérito que los profesionales, pero ese riesgo no les va en el sueldo, por ello deberíamos agradecérselo doblemente. Y lo que de verdad deberíamos agradecerles a todos ellos es que nos ayudan a no perder la esperanza en la humanidad, porque esto está pero que muy malito, ¡que no hacemos mas que contar malas noticias, caramba!