Hubo tensión ayer por la mañana en la visita de la conselleira Ánxeles Vázquez a Ferrol. Ya sabemos que estos días las buenas noticias caen a borbotones. Se diría que estamos a un par de meses de la venida de la tierra prometida. Pero la mañana se torció y derivó a un encontronazo entre Gobierno gallego y Concello a cuenta del Plan Rexurbe, de las licencias, de las inversiones y de los “tira tú que yo no aflojo”. Y en esas cuitas solo hay un perdedor: Ferrol. Esta ciudad necesita más que nadie vaselina para que los engranajes de las administraciones no chirríen. Lo pide Juan Pueblo.