La guerra relámpago con la que soñaba Putin se está convirtiendo en una auténtica sangría. Primero, por supuesto, para la población ucraniana, que sufre los ataques indiscriminados del ejército ruso, pero también para este último, que está padeciendo la numantina resistencia que está planteando el país agredido. Aún así, lo más curioso es ver como las tropas de Putin están replegándose sin que se sepan muy bien los motivos de esta retirada. Para unos se trata de un reagrupamiento. Para otros, se trata de una retirada en toda regla tras una resistencia con la que no contaban.