con la irrupción de las redes sociales, existe una tendencia entre muchas personas a considerar que el aspecto más crucial de las vacaciones radica en la búsqueda de obtener una gran cantidad de “me gusta” y aprobaciones de otros. Esto da lugar a situaciones absurdas, como pasar horas en fila para visitar un destino paradisíaco repleto de otros turistas, únicamente con el fin de capturar una foto que acumule la mayor cantidad posible de reacciones en redes La verdad es que esta actividad no resulta particularmente entretenida o gratificante y la dinámica se vuelve perjudicial, ya que estas personas no se involucran en sus actividades de manera auténtica para disfrutar sus vacaciones, sino que las moldean en función del número de aprobaciones y ‘likes’ que puedan obtener. Además, la pérdida de intimidad no tiene límites a la hora de mostrar comidas y bebidas. No es de extrañar que el síndrome posvacional se instale como uno de los nuevos males que necesitan tratamiento