LA villa de Ares conmemoró ayer el día de San Antón, patrón de los animales, con varias misas en distintas parroquias y en la iglesia de San José. Esta última fue una de las que contó no solo con mayor afluencia de personas sino también de perros, algún gato y hasta elefantes –en este caso de peluche–. El templo celebró una eucaristía en la que más allá de los salmos se escucharon ladridos en bastantes momentos. La celebración fue un éxito de público, hubo bendiciones y alusiones al papel de los animales en la Biblia. Hasta pudo seguirse online. Se podrá hablar de crisis de vocaciones, pero no de parroquianos.