La detención de las dos personas –menores– que apalizaron a un vecino de A Magdalena hace unas semanas ha sido un alivio en el sentido de la confianza en la lucha por la seguridad ciudadana. Es un caso aislado, que Ferrol no es ni mucho menos el Bronx, pero da confianza saber que esos delincuentes están, al menos, “fichados” hasta que se determine su castigo.