No sabemos la cara que se le habrá quedado a Yolanda Díaz después de conocer los datos de la EPA, hechos públicos ayer. Ella que tanto defendió las bondades de esa reforma de la reforma laboral que iba a traernos una cascada de contratos indefinidos ayer se desayunó sabiendo que en el primer trimestre, ese tipo de contratos ha caído en 171.500. Aunque también es posible que la más gallega de los ministros de Pedro Sánchez esté más preocupada por que se hayan destruido más de 100.000 empleos, o por que el paro haya subido en cerca de 71.000 personas. El ataque de nervios que le tiene que haber dado a Yolanda debe de ser proporcional a la alegría que esta debacle le ha producido a algunos compañeros de Ejecutivo. Tanto en su partido como en el de enfrente.