Antes de que se hicieran públicos los primeros casos de coronavirus, un algoritmo basado en la inteligencia artificial (IA) desarrollado por una compañía de Canadá ya había detectado la existencia de un nuevo virus que estaba propagándose por la ciudad china de Wuhan. Las ciencias sociales —y, entre ellas, la demografía histórica— son indispensables para avanzar en la predicción y la lucha contra las epidemias, así como para valorar sus consecuencias. La crisis sanitaria provocada por la Covid-19 ha puesto de manifiesto la vigencia de las epidemias. Sabemos que habrá más en el futuro, pero no sabemos cómo serán. En cambio, sí tenemos mucha información útil sobre las del pasado. A ver si se tiene ya una visión global sobre las pandemias y teniendo en cuenta que esto del coronavirus rebrota como la espuma. Los datos de Semana Santa deben hacer saltar las alarmas sobre las aglomeraciones y los casos de contagio por contacto.