Música, baile, actividades paralelas, mucho folk y espíritu celta. Es el resumen de en lo que comienza a convertirse Ortigueira estos días y lo que resta de semana. El pistoletazo de salida del festival internacional ha supuesto ver ondear las banderas de los países que dejarán huella en la cita musical, pero este mapa mundi puede completarse con los miles de asistentes que se juntan estos días en la villa.