El Concello ha actualizado su normativa de ruidos con una nueva ordenanza. Si los altos decibelios siempre han estado penalizados, es bueno saber que actitudes cotidianas como tocar el claxon sin un peligro inminente, poner a funcionar los electrodomésticos fuera de horas consideradas “normales”, hacer chapuzas ruidosas en casa o no controlar los sonidos de las mascotas ocasionan también multas. La normativa contempla entre 60 y 300.000 euros.