Enhorabuena a los guionistas de la serie que protagoniza Novak Djokovic. Qué dominio de los tiempos, qué forma de mantener el interés en lo más alto en cada capítulo. El giro del último ha sido genial. Después de ese casi conflicto diplomático con Australia por no dejarle entrar al país sin pasaporte covid ahora podría ser la propia Serbia la que castigase a su adalid de las libertades por saltarse la cuarentena cuando estaba infectado y acudir a una entrevista. Sanción económica o pena de hasta tres años de prisión es lo que podría caerle al tenista. Al final no va a querer salir del hotel de Australia donde está ‘retenido’.