Críticos musicales de red social, ofendiditos y modernos varios saltan año tras año cual Ana Peleteiro en cuanto se conoce el programa de las fiestas de agosto. Y año tras año los llenos de la plaza de María Pita les quitan la razón. Porque no hay concierto malo cuando de lo que se trata es de pasarlo bien. Todo es cuestión de actitud (festiva). O de falta de ella.