Una empresa de seguridad es un negocio como otro cualquiera, cuyo objetivo es ganar dinero y cuanto más, mejor, claro. Pero, la verdad es que últimamente nos meten un miedo en el cuerpo que ya no sabemos si será mejor salir de casa o quedarse en ella con puertas y ventanas tapiadas. Se pasan, señores, se pasan. Nos hacen unas publicidades más terroríficas que la saga de “Viernes trece”. Un momento..., ¿y no serán ellos los que promueven las okupaciones y robos en viviendas para fomentar el negocio? No, no, eso es demasiado fuerte. Olvídense. Contaba un amigo que había contratado una alarma para un negocio. Cuando cesó el negocio, quiso dar de baja la alarma y le siguieron pasando la cuota durante meses, cuota que él devolvía, claro. La empresa lo demandó por impago. Hubo juicio, pero ellos no se presentaron. ¿Sería porque sabían que lo que habían hecho estaba mal? Desde entonces acuñó un lema para la susodicha empresa: “No se preocupe por los ladrones, ya le robamos nosotros”.