Ferrol y Navantia caminan de la mano, pero el astillero trasciende a la ciudad. Hace unos días se abría una rendija a la esperanza con la posibilidad de que un asunto no del todo limpio en Australia volviese a poner en la carrera por el contrato oceánico a la compañía. Ahora, es la propia dirección la que tiene que salir al paso para despejar rumores sobre su relación con el gobierno saudí. Las cinco fragatas que el estado árabe había encargado siguen adelante y el asunto Telefónica nada tiene que ver con este proceso. Mientras, en lo de andar por casa, se amplía el plazo para solicitar las 179 plazas ofertadas en Ferrol.