Tres entrenadores se engulló la categoría de bronce donde milita el Deportivo. Tres, que es un mundo y sin haber conseguido absolutamente nada. Hay que entender que en el seno del Consejo de Administración del club haya máxima preocupación, miedo y pánico. El fútbol es un mal negocio de toda la vida, se puede tener mucho dinero o poco, pero como la dichosa pelotita no entre entre los tres palos. Malo, crisis, nervios y caos. El Depor vive de su nombre, de su prestigio en tiempos de mieles y bonanza económica en la que se podía gastar lo que no tenías y no pasaba nada, hasta que la crisis económica apuntó al despilfarro, a los pelotazos y la Administración de Hacienda metió mano. Fue duro, pero se acabaron los jetas y aprovechados, que hubo de todo. Pero sí había antes algo que ahora el fútbol adolece, grandes conocedores del balompié. Hoy como una directiva no fiche un buen director deportivo está condenada al fracaso y a merced de la opinión pública, pero sobre todo a la dictadura de las redes sociales. Muy duro.