Ya no hay duda, el cementerio de O Val no solo es un camposanto donde reposan los seres queridos en nichos debidamente señalizados sino que guarda bajo tierra un triste capítulo de la historia. Muy cerca de los enterramientos levantados posteriormente se hallan fosas comunes de familiares de vecinos que no han podido despedir a sus muertos. Los signos de violencia y objetos hallados recuerdan además cómo tuvo lugar la espeluznante muerte.