sí que hay problemas más importantes en la vida, pero nos preocupa lo cercano. Es lógico. Las guerras, los desastres naturales, la hambruna, etc. Nos solidarizamos enseguida, nos sumamos a los mensajes de paz o tratamos de colaborar económicamente dentro de nuestras posibilidades. Pero claro, todo nos queda como lejos. Los bombardeos, los gritos de pánico, de dolor... no se oyen. Solo lo cercano. Los gobernantes de los países del mundo se reúnen en torno a una mesa redonda (ONU) y no son capaces de ponerse de acuerdo, cada uno defiende sus intereses y parece que les da igual el sufrimiento de los pueblos sometidos. Occidente siempre quiso imponer sus democracias en otros lugares en los que, por cultura, es imposible. Para nada sirvieron las guerras habidas hasta la fecha. Podrían probar que cada país sea libre sin interferencias, con una condición: que se respeten los derechos humanos y el individuo sea un igual, hombre o mujer. Lo demás solo son intereses económicos: