en el fondo, hay mucho progre que se alegra de que Mañueco haya cedido y haya pactado con Vox el Gobierno de Castilla y León. Feijóo lo explicó en pocas palabras al asegurar que se trataba o de pactar con los de Abascal o ir a unas nuevas elecciones. Seguro que el PSOE prefería unos nuevos comicios, por mucho que esa alternativa, es posible, hubiera hecho subir todavía más a Vox. Sin embargo, el empeño de Abascal de tomar responsabilidades en un Gobierno puede que no sea tan positivo para su formación. Vox, en el fondo, es un partido populista y, precisamente por eso, su terreno de juego favorito es el de la oposición. Pero una cosa es lanzar sus proclamas y sus ideas y otra, ponerlas en marcha. Lo vimos con Podemos y lo veremos con Vox y eso, los votantes no lo olvidan. Que se miren en el ejemplo que dan los resultados de los morados. foto: Fernández Mañueco yJuan García-Gallardo | efe