Al final no estamos tan mal

Al final no estamos tan mal
Lula y Bolsonaro | EFE

Somos muy de quejarnos, hacer odiosas comparaciones, lamentar lo lejos que quedan los tiempos mejores y, en general, manifestar nuestra profunda desilusión con el panorama político nacional. Pero como se nos ocurra mirar con un poco de atención más allá de nuestras fronteras no nos va a quedar más remedio que acabar dando gracias por lo que tenemos. Ejemplo: lo que se les presenta a los brasileños, a los que les dan a elegir entre ‘Guatemala y Guatepeor’ en lo que al gobierno del país se refiere. En otra época parece que no habría duda en el enfrentamiento Lula-Bolsonaro, pero después de lo que sabemos de uno y otro ya no se sabe cuál es el mal menor. Nosotros aún tenemos mucho margen hasta bajar a un nivel en el que las opciones son un condenado por corrupción y un probable futuro condenado al que no se le agotan las teorías delirantes y las salidas de tono. Si es que al final no estamos tan mal...

Al final no estamos tan mal

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