Una de las muchas cosas que diferencian a Ferrol es su estatus estratégico en la defensa de la nación y como parte de la estrategia de la OTAN. De esta manera, y aunque la ciudad ya no es departamental, las despedidas de las y los marineros siempre suponen una mezcla entre orgullo, nostalgia, pena y cierta inquietud por salir al encuentro del hipotético conflicto. En esta ocasión le ha tocado el turno al Buque de Aprovisionamiento en Combate “Patiño”, que ya navega para integrarse en el grupo naval permanente. Allí espera la “ferrolana” fragata “Méndez Núñez” . Volverán a mediados de diciembre. Buen turno.