Excepto para aquellos a los que eles gustan los eventos y el protocolo, los actos oficiales no suelen ser el tipo de contenido que levanta pasiones. A no ser que, por ejemplo, en la celebración de los cuarenta años de la entrada de España en la UE actúe Xoel López. Que justificaría un ratito de atención. Y no es exceso de coruñesismo, es orgullo coruñés.