Las frutas y verduras de las tiendas han pasado de estar en números verdes a teñirse del rojo de las alarmas con unas cifras prohibitivas para algunos bolsillos porque el cambio climático y concretamente la sequía, siembran la duda: ¿se convertirán estos artículos en productos de lujo? Solo en marzo, el precio de las legumbres y las hortalizas frescas ha subido un 27,8% en comparación con el mismo periodo del año anterior, y un 5,7% con respecto al mes pasado. Además, los preparados de legumbres y hortalizas también han visto subir sus precios en un 15% si se compara con el mismo mes del año anterior, y en el caso de la fruta fresca se ha producido un pequeño descenso del precio de un 0,1% con respecto a febrero pero un aumento anual del 5,6%. Hace unos meses el factor que determinaba tanto el precio como la calidad de los cultivos en el mercado eran las heladas, el pedrisco o los periodos cortos de lluvias fuertes; ahora, la agenda está marcada por la sequía que azota, en general, a todo el país. Entre una cosa y otra, al final las lechugas habrá que comprarlas en las joyerías o previo crédito al consumo.