Aunque duró un suspiro, tras más de un mes de lluvias constantes, ayer salió el sol. Tanto en Neda como en Perlío respiraron tras dos días con sus dos noches realmente terroríficos. Las fotos daban fe del sufrimiento que las riadas dejaron a su paso. Pero es cierto que el foco de la actualidad cambia de un día para otro y que lo que ayer fue noticia e imagen de portada, mañana será pasto del olvido, al menos hasta la próxima alerta. No obstante, los que han quedado, los que siguen trabajando en restañar los daños, se merecen el aplauso y el agradecimiento de todos. Y que las administraciones no olviden.