Las dos cooperativas vitivinícolas asentadas en Cambados, Condes de Albarei y Martín Códax, celebraron ayer sus respectivas fiestas de confraternidad con la presencia de cientos de socios en cada una de ellas. Se trata de unos actos en los que los verdaderos adalides del mejor vino blanco del mundo, el albariño con denominación de origen Rías Baixas, reciben un reconocimiento público por su labor y apuesta por la calidad del producto. Estos encuentros contribuyen a poner en valor al sector primario y refuerzan la apuesta por el trabajo de la tierra en un momento en el que la competencia que tienen es feroz en cuanto a los precios. Es difícil competir en un mundo globalizado y la única manera de hacerlo y salir bien parado es ahondar en la diferenciación a base de calidad.