Si en plena comida alguien tira un gato muerto en la mesa, seguro que interrumpiremos la conversación. Michel Barnier, el negociador de la UE para el Brexit. dice que esto es lo que la diplomacia británica acostumbraba a hacer para reconducir los debates a favor de sus intereses. Algo parecido pasa en la política nacional, porque mientras el gobierno quiere centrar el debate en la economía y las reformas, la oposición instrumentaliza el acoso a una familia catalana que pide para su hijo el 25% de enseñanza en castellano que por ley le corresponde, como el gran problema de España. He sido director de un instituto en Ferrol, y les aseguro que los casos de acoso escolar se resuelven discretamente, y no movilizando a los energúmenos de uno y otro lado, ni reabriendo una absurda guerra entre idiomas españoles, pues tanto el castellano como el catalán lo son, salvo para los que ya conocemos.