Meses atrás un familiar viajó de Madrid Chamartín a Ferrol, quería disfrutar de los kilómetros de AVE que discurrían hasta la frontera con Galicia. Al llegar a Coruña, se apeó y terminó el recorrido en taxi -el viaje debió salir por un pico-
Le comenté que si hubiera permanecido sentado, acabaría llegando a nuestra ciudad en el mismo Alvia. No sé si por desidia o costumbre de tener unas comunicaciones tercermundistas, algunos ferrolanos desconocen hasta los pocos servicios de que disponemos, a pesar de que en este caso en Madrid está anunciado el destino a Ferrol.
Semanas atrás podíamos ver los fastos de inauguración -no publica- del primer recorrido completo de la alta velocidad hasta Ourense. No faltaron cantidad de políticos que fueron subiendo al tren para de paso salir en la foto.
Revisados periódicos y otros medios de comunicación, como siempre nuestra ciudad prácticamente estuvo desaparecida. Solo un diario, publicó la tabla de trayectos y horarios real en la que Ferrol figura como fin de viaje después de parar en Coruña, eso sí, invirtiendo con diferencia el mayor tiempo de todos los recorridos al resto de ciudades gallegas.
También los políticos olvidaron la urbe; si exceptuamos una pequeña referencia hecha por la Secretaria de Estado de Transportes, lucense, que además de anunciar importantes inversiones para incorporar a su ciudad a la alta velocidad -la única que quedaba descolgada junto con la nuestra- tuvo tiempo para comentar la futura eliminación del decimonónico baipás de Betanzos para mejorar tiempos de viaje. Otra excepción, es de destacar: la campaña que CCOO está haciendo en favor de mejoras en la línea Ferrol- Coruña.
Refiriéndonos a las estaciones intermodales, una vez más la nuestra es la más atrasada, pero nos podemos consolar con un atractivo video virtual que nos venden cuando se acercan elecciones.
Hace años ocurrió lo mismo con la llegada de la autopista del Atlántico: últimos en poder circular por ella y en condiciones inferiores al resto de la vía al carecer de iluminación el puente sobre la Ría y los accesos a la misma.
Insistamos una vez más que seguiremos a la cola mientras los políticos locales, incluyendo a los que llegan a Madrid, no apuesten definitivamente por la ciudad antes que por sus partidos y aspiraciones personales.
A ver si nos damos cuenta que no nos podemos conformar con las palabras y necesitamos hechos. Ya cansados de ver recreaciones virtuales de futuras inversiones, o proyectos como el Plan Ferrol, que veremos en que acaba; de momento podremos consolarnos diciendo a coro: “todo por la Matria”