Hasta ahora, esta nueva ola de coronavirus en la que estamos inmersos se estaba caracterizando por el hecho de que el incremento de casos no se estaba traduciendo en un aumento de la presión hospitalaria. Pero eso era hasta ahora. Esa presión en los centros sanitarios ya se está produciendo. No es necesario alarmar. La realidad es que la situación dista mucho de ser crítica o preocupante. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los expertos (la propia Xunta lo dijo así) esperan que el pico de esta nueva ola se produzca dentro de catorce días. Por ello, es preciso que se extremen las medidas de autoprotección que, a la postre, son las más efectivas. Porque los hechos están demostrando que por mucho que pretendamos blindarnos ante la posible llegada de la cepa ómicron, esta variante del virus ya está entre nosotros. Tanto que son numerosos los países europeos que ya la han detectado en su territorio. Los últimos han sido los Países Bajos que han confirmado este tipo en varios infectados llegados de Sudáfrica.