España no aprende

Sois muy buenos y tenemos beneficios, pero esto se acabó, cerramos la fábrica”

No, no es una frase de una película, son las palabras de un ejecutivo de una -multinacional extranjera del sector de las renovables- con una planta en el norte de la provincia de Lugo despidiendo a 115 personas

Poco antes, cerraba otra similar esta en la comarca ferrolana dejando en la calle a 215.

En Ponferrada, les -toco la lotería- a 393 empleados, también de una empresa de componentes para la energía eólica. No deja de ser sorprendente dado que se trata, teóricamente, debido a la nueva normativa para combatir el cambio climático, de una industria en expansión.

A estos 723 nuevos parados hay que sumarle los puestos y repercusiones indirectas, como por ejemplo las mermas del tráfico portuario de Ferrol, salida habitual de la producción de esta maquinaria.

Continuando en la misma geografía, otra planta de fabricación de aluminio, también en el norte de Lugo, propone el despido colectivo de 534 personas más.

Otras dos empresas, del mismo sector, en Coruña y Avilés corren la misma suerte y ya es mejor no hablar de la -transición justa- que precipitó el cierre, sin alternativas para paliar el desempleo, de las centrales de As Pontes y Meirama.

Aunque este desmantelamiento industrial nos coge muy de cerca, el resto de España no se libra; una conocida fábrica de automóviles japonesa deja Cataluña, y a sus 3.000 empleados en sus casas.

España es el segundo productor de automóviles en Europa y el noveno del mundo contando en su territorio con trece grandes factorías -ninguna tiene dueño nacional-

Si reflexionamos sobre estos datos, veremos una característica común: todas las empresas son extranjeras y como un buen día llegaron -seguro que con las mayores facilidades dadas por el Estado- deciden un mal día marcharse. La clave: el emprendimiento, la I + D + i, es de ellos y en consecuencia las correspondientes patentes y sus empresas, decidiendo donde y cuando invertir o desinvertir, según sus propios intereses.

En los momentos actuales de crisis los políticos de turno continúan fijando su atención en múltiples aspectos, que no dudemos tienen su importancia, pero no olvidemos que la asignatura pendiente de facilitar el emprendimiento, la inversión empresarial y la investigación sigue sin aprobarse, no solo por este Gobierno; hasta la fecha nadie ha puesto -el dedo en la llaga- y recordemos que además de cuidar el medio ambiente, a los grupos minoritarios o incrementar el gasto público de una forma irresponsable, también hay que comer y además todos, no solo unos pocos.


España no aprende

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