Ánimo, que ahora que han cogido ritmo ya solo les queda el último esfuerzo. Si socialistas y populares han conseguido acordar la renovación de cuatro miembros del Tribunal Constitucional –pendiente desde 2019– el recambio para doce consejeros del Tribunal de Cuentas y situar a Ángel Gabilondo como futuro Defensor del Pueblo son más que capaces de darle el empujón definitivo a la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Y que no nos digan lo contrario porque no nos lo creemos. Ahora sí que sí es cuestión de voluntad. A lo mejor pueden ya dejar de echarse la culpa el uno al otro y ponerse a la faena. Y de paso, dejarnos descansar a todos, los primeros, a los jueces.