El Supremo ha condenado al diputado de Podemos Alberto Rodríguez por dar una patada a un policía en el año 2014. El fallo le impone la pena accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y ordena notificar esta sentencia a la Junta Electoral, lo que, de hecho, supone que tenga que dejar su puesto en el Congreso. No hace falta ser adivino para imaginar la reacción de los podemitas que, lo más bonito que han dicho de los jueces es que son unos corruptos. Era de esperar, al fin y al cabo, ya se sabe que solo creen en la justicia cuando les favorece.