La Bandera de Orio dirimida ayer tuvo buenas y malas noticias para la “Santa Olalla” de Ares. Por un lado, la tripulación entrenada por Pendo aumenta su ventaja respecto al último lugar –el que lleva a la pérdida directa de la categoría–, mientras que, por el otro, se recorta la que los de la villa tenían sobre el penúltimo lugar, ese en el que su ocupante tiene que disputar un play-off para conservar su plaza.
Los aresanos no se quitaron del todo el mal sabor de boca de la última regata disputada en Zierbena, en la que terminaron últimos, ya que en Orio los locales firmaron la undécima y penúltima posición de la competición, después de una prueba en la que fueron de más a menos, al contrario que su rival directo, Tirán. En el inicio de una dura semana para muchas tripulaciones –el miércoles se disputa el Gallego de la modalidad–, con cinco regatas en siete días, la “Santa Olalla” comenzó bien la pelea por regresar a la zona media de la tabla. Los de la villa vieron cómo Lekittarra se erigía como dominadora de la cita, por lo que centró su batalla en Tirán y Zarautz. Precisamente con los vascos fue casi a la par durante los primeros largos, con pequeñas diferencias entre ambos en un campo de regatas en mar abierto y muy técnico.
Ares llegó incluso a colocarse a solo dos segundos de Lekittarra, si bien esta casi remontada fue un espejismo, al contrario que la protagonizada por los de Moaña, que iban dejando atrás al farolillo rojo de la tabla clasificatoria. Un buen hacer con el que los pontevedreses incluso pudieron superar a los de la villa en el último largo. Eso sí, separados solo por décimas, si bien estas valen para que la diferencia entre ambas formaciones se quede ahora en solo un punto, en lugar de los dos de renta con los contaba antes Ares en la antepenúltima plaza. La ventaja que sí crece es la que tiene respecto a Zarautz, pasando de seis a siete. Los de Pendo tienen esta mañana una nueva oportunidad para mejorar estos resultados en Getxo.