Una cosa son los secretos a voces que no pasan de tema de conversación de corrillo y otra muy distinta que en una declaración ante un juez se confirme lo que todos sabían pero nadie reconocía, que los sobresueldos de Podemos eran una realidad. Lo ha dicho la exsenadora de la formación morada Celia Cánovas, que ha seguido la máxima de decir el pecado pero no el pecador que le reveló la información. A la que sí mencionó es a la actual ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, a la que pide que se impute por avalar supuestamente el reparto de sobresueldos irregulares.