EL Gobierno tiene asumido que la Navidad va a ser un caos. El mensaje de Illa, apelando a la conciencia de los ciudadanos y asegurando que no se puede poner a un policía en cada casa es tan sincero como duro. Lo auténticamente complicado es conseguir que no se produzca un incremento de los casos como el que siguió al Día de Acción de Gracias en Estados Unidos. Allí, tras las reuniones familiares, el número de hospitalizados en una sola jornada superó las 100.000 personas y la cifra de fallecidos los 3.400, más víctimas que las que se produjeron en el ataque a las Torres Gemelas. Por eso, es preciso que todos y cada uno de nosotros seamos conscientes de lo que nos jugamos. Estamos acostumbrados a que la Navidad sea una fecha familiar por excelencia, pero, quizá, por una vez, sería bueno que extremáramos las medidas de precaución. Navidades habrá más, pero es muy posible que si no tenemos mucho cuidado, estas sean las últimas fechas para muchos, y ese es un precio que, como sociedad, no nos podemos permitir pagar. FOTO: los encendidos de las luces marcan el inicio de la navidad | aec