por fin hubo acuerdo en la Unión Europea y los países más afectados por el coronavirus (entre ellos, por supuesto, España) recibirán fondos para su recuperación. Un éxito negociador que rápidamente el Gobierno ha querido apuntarse en la columna del debe, pero que, si se analiza la letra pequeña, lejos de un éxito para Sánchez y su socio Iglesias, es un éxito para España. Y lo es porque Europa no se fía de los gobernantes de este país y ha querido marcarles muy bien la ruta antes de soltar un solo euro. El dinero llegará pero con una condiciones que afectan a cuestiones como la realización de reformas en el sistema fiscal o a cambio de importantes inversiones. Esos viernes sociales en los que el Ejecutivo repartía dinero como si no hubiera un mañana se acabaron. Toca apretarse el cinturón y Sánchez y los suyos lo saben, pero primero celebran, luego le echan la culpa a los frugales y, al final tragan con lo que sea por seguir en el poder. Y el que no aplauda con las orejas es un antipatriota. FOTO: Sánchez, aplaudido por los suyos como un campeón | aec