Los efectos colaterales de una precampaña demasiado larga

Los efectos colaterales de una precampaña demasiado larga

Las campañas electorales, por ley, duran solamente quince días. Sin embargo, no hay ninguna regulación para eso que se ha dado en llamar precampaña y es por ello que parece que vivimos constantemente inmersos en una. Así, aún a más de medio año vista, los partidos ya van afilando sus navajas de cara a los próximos comicios que serán (si los escándalos que sacuden al Gobierno de Pedro Sánchez no lo remedian), las elecciones municipales y europeas. Tal vez por ello, aquellos que vinieron para cambiar el modo de actuar de los políticos, como los mareantes coruñeses, tienen media ciudad cubierta de vallas, como para que los ciudadanos se crean que tres años y medio de inacción se solucionan con unos asfaltados todos al mismo tiempo. Y, también tal vez por eso de ganar votos, los socialistas han decidido desmarcarse de Xulio Ferreiro y los suyos, a pesar de que fueron sus votos los que les entregaron María Pita. Jamás estuvieron las posiciones más separadas y el cejo más fruncido. Eso sí, que nadie dude de que si los números dan, tendremos coalición. FOTO: Ferreiro y Dapena, cuando aún casi se saludaban | Quintana

Los efectos colaterales de una precampaña demasiado larga

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