Ya sabe, si le sorprende la Policía en plena pandemia montando una fiesta con sus amiguitos no tiene más que alegar que todo se debe a una explosión de alegría. Así de simple es para la presidenta madrileña la explicación de lo que sucedió el pasado viernes en la clausura del hospital de Ifema. Tanta alegría por haber superado lo peor de la pandemia que las emociones se desataron y todos decidieron darse un baño de felicidad en pleno confinamiento. Lo peor es que Isabel Díaz Ayuso acusa una y otra vez al Gobierno de no haber suspendido la manifestación del 8-M y, ella misma cometió un error muy similar. FOTO: Diaz ayuso, muy bien rodeada | efe