como en el cuento de los siete cabritillos, el Gobierno ha comenzado a asomar la patita por debajo de la puerta. En realidad, más que la patita se ha metido entero dejando muy claro cuál es el primer peaje que todos los españoles tenemos que pagar por la abstención de ERC en su investidura. De entrada ya sabemos que el Gobierno tiene previsto cambiar el Código Penal y, aprovechando la actualización del texto, tiene previsto rebajar las penas que se imponen por el delito de sedición. Con la excusa de incluir el “sí es sí” en los delitos sexuales o los ataques medioambientales, se buscará el modo de que los condenados por el procés puedan volver a su casita antes de lo previsto, demostrando que, al final, la judicialización de la política también puede hacer el recorrido inverso y politizar la Justicia, reescribiendo las sentencias desde la mesa del Consejo de Ministros. Luego ya veremos cómo se las ingenian para que un presidente inhabilitado pueda seguir gobernando y ya tendremos andado medio camino para que los secesionistas apoyen los presupuestos. El resto del trayecto se salvará con una buena inyección de millones. FOTO: la portavoz del Gobierno, maría Jesús Montero, en plena rueda de prensa | EFE