En Suiza se toman –quizá porque lo es– la gestión sanitaria de la pandemia como medicina de guerra y utilizan términos como “adoptar decisiones de racionamiento”. En la práctica significa que en caso de tener que elegir a quién atender en la UCI la prioridad será para aquellos que tengan más posibilidad de recuperación, o lo que es lo mismo, que no ingresarán a los ancianos. La medida, que parece cruel e inhumana, se ha establecido como la necesaria para limitar al máximo el número de enfermos graves y de muertos. Y aunque esperan no tener que aplicarla, la tienen bien presente. FOTO: un médico atiende a un paciente en una uci | aec