Carmen Calvo fue ayer la encargada de recordarle a Pablo Iglesias que el presidente del Gobierno es Pedro Sánchez y que es él y solo él quien tiene un estatus diferente con respecto al rey. Con esta aclaración, la vicepresidenta primera del Gobierno le recordaba a su homólogo (aunque de menor rango) que ya está bien de andar quejándose por los platós y desvelando que mantuvo una fuerte discusión con Sánchez a cuenta de la “huida” del rey emérito. Carmen Calvo podría haber sido mucho más explicita. Podría decirle al coletudo (de vez en cuando moñudo) líder de los morados que se dé con un canto en los dientes y que estar en el Gobierno sirve para que, por ejemplo, desde la Fiscalía general del Estado se minimice hasta el infinito la investigación de la caja B de Unidas Podemos. Son los beneficios de estar en un Ejecutivo y que, también le permiten a Iglesias y los suyos, evitar tener que declarar ante una comisión de investigación en el Congreso. Ellos, que querían tanta transparencia, se ve que ahora prefieren quedarse en las sombras. Foto: Pablo iglesias | aec