Triste pero cierto, está demostrado que lo que mejor –por no decir lo único– que funciona para que se cumplen las normas son las multas. Y en el caso de la crisis provocada por el coronavirus, da igual que nos estemos jugando la vida; literalmente. Ya hemos pasado por las sanciones económicas para aquellos que no lleven mascarilla o por los cierres de los locales de hostelería que no cumplan con las restricciones, pero ahora hay que ir un paso más allá: imponer multas a los que se salten la cuarentena o el confinamiento y a los que no colaboren con las autoridades sanitarias para evitar la propagación del virus. Al pago de hasta 120.00 euros se enfrentan aquellos que consideren que salir de casa cuando deben estar confinados en ella bien por ser positivos o por estar pendientes de los resultados de las pruebas es una buena idea. Y de unos cuantos miles también tendrán que preocuparse los que no faciliten, por ejemplo, la relación de las personas con las que han tenido contacto para que los rastreadores hagan su trabajo. Aunque parezca imposible, los hay. FOTO: un policía vigila que se cumplan las medidas sanitarias | aec