que Abel Caballero es un genio del marketing está fuera de toda duda después de las riadas de personas que han vuelto a llenar las calles de Vigo para disfrutar de la “Navidad top”. Pero el alcalde no contaba con un enemigo que ha resultado mucho más temible que sus rivales políticos: la borrasca Cecilia, que le ha hurtado la gran
inauguración de la noria que había previsto para el fin de semana. La combinación de vientos que tiran árboles con cestas metálicas suspendidas a más de sesenta metros no parece la mejor. Aunque si Abel quiere noria, que nadie dude de que la habrá. FOTO: cientos de personas en vigo | efe