LOS aficionados a las cuestiones cabalísticas tuvieron durante muchos años grandes posibilidades de acabar en la hoguera y no solo en España sino en toda Europa. Eran tiempos oscuros, afortunadamente ya superados. Entre el progreso de la civilización y la recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que advierte de los peligros de la exposición a altas temperaturas, lo único que pasa por la parrilla es la carne de los animales. Menos mal, porque si no los adictos a la numerología podría pasarlo bastante mal en Cataluña. Resulta que por esas casualidades esotéricas entre el 21 de abril, día en el que se aprobó el artículo 155, y el 25 marzo, en el que se produjo la detención de Carles Puigdemont en Alemania, transcurrieron 155 días, ni uno más ni uno menos. A ver si la cábala no va a ser un invento de los judíos, sino de los catalanes y como tantas cosas se las arrebataron para convertirlos en unos parias. fotO: puigdemont se señala la sien o se dispone a apretarse un tornillo | aec