el fútbol es así. Un día eres el salvador del equipo y otro ya no sirves para sacarlo del pozo. Así que a otra cosa. Que esto es cuestión de sentimiento para la afición, pero no deja de ser una empresa. Y hay que ganar y ascender y vender derechos televisivos y camisetas y atraer a aficiones rivales y llenar la ciudad. De esto come mucha gente, aunque sea indirectamente. La lógica empresarial se puede entender, la lógica deportiva nos cuesta más verla, cuando se insiste en que el equipo necesita estabilidad y se cambia al entrenador en la jornada nueve. Será que desde la barrera todo se ve más fácil... FOTO: vázquez, en el último entrenamiento | aec