MIGUEL Anxo Fernández Lores disfruta de la categoría de semidiós en el Beneguai, a la que ascendió gracias a su condición de alcalde perpetuo de Pontevedra. Cada vez que se acercan unas elecciones municipales anuncia que serán las últimas a las que se presente, pero recunca, recunca y vuelve a recuncar, como si fuese un pez en el río –Lérez, por supuesto–, así que en las de 2019 volvió a ser el cabeza de lista bloqueiro. Y ganó, pero sin mayoría absoluta, lo que le obligó a pactar con el PSOE, fuerza, como se sabe, tan galeguista como la de los nacionalistas de la nazón de Breogán. La incorporación del concejal socialista al Gobierno municipal obliga a introducir cambios. Incluso Carmen Fouces, edil de Personal, anuncia que las modificaciones serán “profundas” y que también afectarán a la organización interna del concello. Non vai sen tempo la modernización. El inmovilismo debió empezar casi coincidiendo con la inauguración de la fábrica de ENCE. FOTO: lores, con el bastón de mando tras su investidura el pasado día 15 | efe