la Ejecutiva de Vox ha dejado la dirección del partido en Barcelona en manos de dos procesados por un delito de incitación al odio. Joan Garriga y Mónica Lora, que dirigían el partido xenófobo Plataforma per Catalunya en 2011, cuando realizaron una campaña contra los inmigrantes musulmanes que ahora les lleva al banquillo. Pero no es eso lo que ha causado indignación dentro del partido. Resulta que su nombramiento fue un dedazo en toda regla y un grupo de afiliados ha presentado ante un juzgado una demanda en la que piden que se declare nulo. Con las bases no se juega. FOTO: abascal, con gesto grave | efe